Estamos viviendo en medio de los recuerdos vividos y saboreados que han dado de sí los acontecimientos que hemos presenciado de forma diríamos privilegida estos días, me estoy refiriendo a la visita de nuestro Superior General y a las celebraciones que poco a poco se iban sucediendo en nuestra casa de Diego de León, y Pozuelo. Despues de los años vividos por los oblatos en este santo suelo, ahora resonaban los nombres de personas que ya no están entre nosotros, pero que su recuerdo permanecerá para siempre en nuestra sensibilidad.

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