La Ideología de Género

La legislatura de la ideología de género Identidad personal: La ley 3/2007 regula el cambio de sexo y de nombre sin que sea necesario para ello ni un estudio profundo (basta un informe psicológico), ni cirugía, ni ningún tratamiento para adoptar el aspecto del sexo que se desea. En definitiva, el deseo se convierte en motivo suficiente para modificar la realidad. Relación entre el hombre y la mujer: La ley orgánica 1/2004, de protección integral contra la violencia de género, define las relaciones entre hombre y mujer en términos de enemistad. Ha fracasado porque ignora las causas profundas de la violencia. Acabar con el matrimonio: Se lo ha equiparado con algo completamente distinto, como la unión entre homosexuales, que otorga beneficios a una institución que no cumple ninguna función social. A la vez, con el divorcio exprés, que permite que éste sea unilateral, automático y sin causa, porque si cada uno construye sus relaciones a su medida, se han socavado sus cimientos. El matrimonio se convierte en la única situación en la que, en caso de crisis, no se pone en marcha ningún mecanismo para solventarla. Etiquetas de padres: Con la ley 14/2006, de Reproducción Humana Asistida, la paternidad y la maternidad no son ya realidades, sino etiquetas que el Estado distribuye o niega. Por ejemplo, el hijo de una soltera no tiene padre, mientras que una lesbiana puede aparecer como progenitora del hijo de su pareja. Eliminar la autoridad de los padres: Una de las últimas modificaciones del Código Civil suprime la facultad de los padres para «corregir moderada y razonablemente a sus hijos». De igual forma, los Reales Decretos que desarrollan la LOE no otorgan ningún protagonismo a la autoridad de padres y profesores. También queda minada con una edad de consentimiento sexual que está en los 13 años, y con el concepto de menor maduro, que permite recibir la píldora del día después y abortar sin que lo sepan los padres. Educación: Toda la LOE y, en especial, Educación para la ciudadanía, están diseñadas para influir en el desarrollo de las capacidades afectivas de los menores. (De la intervención de doña María Lacalle, directora de la Jornada)

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